De la misma manera que el tráiler de una película puede atraer a una gran cantidad de público y lograr que una cinta se convierta en el próximo gran éxito de taquilla, los tráileres de los videojuegos son poderosas herramientas de publicidad que se diseñan para animar a los jugadores a decidirse a jugar a nuevos títulos. Si los desarrolladores quieren anunciar un nuevo juego de forma que cree expectativas y excitación entre los jugadores, los tráileres son sin duda la solución de marketing a la que deben acudir.
El tráiler es algo así como un aperitivo antes del plato principal, es decir, el juego de verdad. Los tráileres suelen mostrar las características principales del juego para que te hagas una idea de lo que puedes encontrar, de modo que son una manera excelente de abrir el apetito de los gamers.
La mejor parte de los tráileres de juegos en la actualidad es que puedes compartirlos fácilmente con tus amigos y demás jugadores en las redes sociales. La cantidad de visualizaciones que obtengan también serán un fantástico indicador de lo esperado que puede ser un juego por la comunidad o del nivel de interés que puedan tener los jugadores por probarlo.
Para la creación de estos tráileres no solo es importante captar la esencia del juego y mostrar sus posibilidades, sino que la calidad de las imágenes es crucial para impresionar y atraer a los espectadores. Es en este momento en el que entra en juego la animación CGI.
La animación CGI o, en español, imágenes generadas por ordenador, es cualquier imagen o conjunto de imágenes secuenciadas que se hayan creado con ayuda de programas informáticos. El CGI permite obtener imágenes de ficción con un nivel de realismo prácticamente cinematográfico.
En el cine, por ejemplo, el uso de Computer Generated Imagery, o de la animación por ordenador, permitió crear escenas que hasta entonces habrían sido imposibles por su coste o por su realización. Estas animaciones evitaban tener que recurrir a efectos especiales carísimos o maquetas y figuras animadas que podían llevar meses de trabajo para crearse. Como ejemplo del salto cualitativo que supuso el CGI, Toy Story, el gran éxito de Pixar, fue la primera película rodada enteramente en CGI. Antes de eso, las películas de animación se realizaban a mano en dibujos con poca ayuda de ordenadores.
Aunque hace ya décadas que el uso de imágenes generadas por ordenador se ha generalizado en todo tipo de materiales audiovisuales, su empleo en los tráileres de videojuegos ha aumentado en la última década con la creación de títulos cada vez más avanzados y con gráficos más realistas y, sobre todo, por el afán de las empresas de crear tráileres cada vez más impactantes.
Las empresas de videojuegos han afianzado la tendencia de crear tráileres para sus estrenos que rozan la consideración de cortometraje. Estos teasers, generalmente de varios minutos de duración, cuentan con un nivel dramático y de intensidad que poco tienen que envidiar a los mejores tráileres de cine.
En ellos podemos ver personajes diseñados con un realismo pasmoso, escenarios creados al más mínimo detalle y una sucesión de imágenes repletas de acción que adentran al público en una historia de la que inmediatamente quieren ser parte y no solo espectador.
Todos estos factores, además de unos efectos de sonido y una banda sonora espectaculares, llegan a convertir estos simples spots publicitarios en auténticas obras maestras.
La animación CGI no solo se ha colado en los tráileres de los videojuegos, sino que en muchos casos se emplean para crear escenas dentro del propio videojuego. Todas estas escenas o secuencias de vídeo en las que el jugador actúa como espectador, porque cuenta con poco o ningún control sobre la acción que se está produciendo en el juego, se denominan cinemática.
La cinemática, que recibe ese nombre por el gran parecido de estas escenas con las del cine, sirven tanto para reforzar la trama del juego y aportar profundidad a la historia del personaje, como para celebrar eventos concretos. En ocasiones se utilizan paisajes o decorados reales, pero en su mayoría se trata de secuencias creadas por medio de tecnología CGI.
unque la cinemática apareció a principios de la década de los 80 con la popularización de la animación en la informática, su uso ha aumentado de forma proporcional a la potencia de los ordenadores: la recopilación de imágenes renderizadas requiere de una mayor capacidad de RAM y muchos otros factores.
No cabe duda de que la animación CGI avanza a pasos agigantados, prácticamente al mismo ritmo que la propia tecnología. Cuanta mayor capacidad ofrezcan los dispositivos en los que se puede disfrutar de los videojuegos, mayores cosas podrán hacer los desarrolladores. Todo apunta a que el CGI saltará de los tráileres y la cinemática para dar el salto al propio juego.
¿Te imaginas una experiencia de juego totalmente creada por medio del CGI? ¿Un juego en el que te sintieras como si estuvieras dentro de una película? Quién sabe, quizás esa posibilidad ya no sea tan descabellada.
Mientras tanto, ¡disfruta del juego!