Los jugadores habituales de juegos multijugador reconocerán perfectamente el significado de power creep, aunque no conozcan el término. Empiezas jugando a la versión original de un juego y todo funciona bien. Entonces sale una nueva versión, quizá un paquete de expansión, y de repente esa varita mágica que te servía tan bien se ve eclipsada por una versión totalmente nueva con el doble de poder. De repente, la varita original parece inútil.
El power creep, a veces conocido como feature creep, se traduciría en español como “aumento de poder” y se produce cuando se introducen nuevos elementos con mayor fuerza o habilidades en un juego, haciendo que los elementos que ya existían sean mucho más débiles o incluso inútiles.
Cuando esto ocurre varias veces, los elementos originales acaban careciendo de sentido. A medida que el nuevo contenido se hace más poderoso, hay peligro de que el juego pierda equilibrio y equidad y la estrategia se vea afectada. El power creep es especialmente común en juegos multijugador, juegos de cartas intercambiables y otros juegos competitivos o basados en objetos coleccionables.
Desgraciadamente, el power creep suele producirse cuando los creadores del juego quieren ganar más dinero vendiendo complementos o nuevas versiones del juego, pero no tienen la motivación o la inspiración para hacerlo de forma creativa. En lugar de invertir tiempo y recursos en desarrollar funciones o un gameplay totalmente nuevos, se limitan a introducir personajes más fuertes o a mejorar las funciones existentes: la versión original de un arma, por ejemplo, se convierte simplemente en la versión 2.0.
En general, sí; hay consenso en que, en general, el power creep en los juegos tiene un impacto negativo en la jugabilidad y la involucración de los jugadores. Siempre habrá excepciones a la regla, por supuesto, y algunos jugadores podrían argumentar que los poderes y personajes mejorados pueden hacer que las partidas sean más divertidas.
También existe el argumento de que el power creep puede ayudar a acortar el tiempo de juego y hacer más llevaderas las partidas muy largas, aunque esto es como agarrarse a un clavo ardiendo si se compara con las desventajas.
Un buen ejemplo de este fenómeno es la franquicia Pokémon. A medida que se lanzan nuevas generaciones, las nuevas especies de Pokémon suelen venir con estadísticas básicas más altas, lo que las hace más poderosas. Esto puede afectar al equilibrio de las batallas, ya que los nuevos Pokémon pueden eclipsar a los originales.
Imagina, por ejemplo, que una nueva generación introduce un Pokémon de tipo fuego con unas funciones básicas superiores a las de la mayoría de los tipos de fuego existentes. Los jugadores se inclinarán por el nuevo Pokémon debido a su fuerza superior, lo que hará que los antiguos Pokémon de tipo fuego sean menos deseables o viables en las batallas.
Las nuevas generaciones también pueden introducir nuevos movimientos y habilidades que aumenten aún más el poder de determinados Pokémon. Aunque el power creep puede crear emoción al introducir nuevos elementos de juego, también plantea el reto de mantener un metajuego diverso y equilibrado, en el que los jugadores tengan múltiples opciones viables para componer sus equipos en lugar de centrarse únicamente en los Pokémon más nuevos y fuertes.
Para hacer frente al power creep, los desarrolladores de juegos pueden aplicar varias estrategias, como mejorar los Pokémon más antiguos, introducir nuevas mecánicas o diseñar cuidadosamente nuevos Pokémon con funciones únicas que no eclipsen directamente a los existentes.